Galván también rememoró los inicios de esta política provincial, que surgió a partir del pedido de una madre que deseaba conocer el lugar donde su hijo había combatido. Fue el excombatiente Francisco Ayala quien impulsó ese primer viaje. “Él fue el promotor de todo esto. A partir de ese momento, comenzamos a gestionar y hoy logramos enviar 20 excombatientes por año a las islas”, explicó.
El funcionario resaltó la importancia del acompañamiento estatal, tanto en la partida como en el regreso de los veteranos. “En 1982 nos dejaron de noche, escondidos, para que no vieran el estado traumático en el que estábamos. Hoy, gracias al compromiso del Gobierno de Corrientes, no solo se los despide como corresponde, sino que también se los recibe con el respeto que merecen”, afirmó.
“Esa es la verdadera forma de sanar”, concluyó Galván, y destacó la necesidad de seguir manteniendo viva la memoria. “Ojalá algún día también podamos encontrar a nuestros héroes caídos en la mina y devolverlos a su tierra”.