Con más de un siglo de historia, el Teatro Oficial Juan de Vera atraviesa una etapa de renovación profunda que, si bien no es del todo visible al ojo del público, representa uno de los procesos más significativos en materia de infraestructura desde su creación. Así lo explicó Marta Vizcaíno, directora técnica del coliseo, quien brindó detalles sobre las obras ejecutadas en el emblemático edificio.
“Todo lo que pasó acá en el teatro es una obra civil que no es visible, pero era indispensable para que esto siga en pie”, afirmó Vizcaíno. Las intervenciones abarcaron el reemplazo integral de instalaciones eléctricas, sanitarias, de sonido e iluminación, así como la incorporación de tecnología de última generación en redes débiles (internet, cámaras, streaming) y sistemas de prevención de incendios, incluyendo tanques de reserva de 40.000 litros.
Uno de los puntos más destacados fue la renovación del escenario, que dejó atrás su antigua estructura de 90 puntales de madera para adoptar un moderno sistema metálico con apenas 24 puntales. Esta mejora no solo garantiza mayor seguridad, sino que también permite aprovechar espacios como el subsuelo del escenario, antes inaccesible. “Hoy la orquesta puede salir desde abajo sin problemas. Antes, eso era impensado”, señaló.
También se modernizó la escenotecnia, que ahora se encuentra a la par de los principales teatros del país como el Cervantes o el Colón. “A nivel tecnología, somos una escala menor, pero más avanzada en este momento, porque hicimos todo desde cero”, sostuvo.
Entre las obras menos visibles pero fundamentales, se encuentra la renovación de los sistemas eléctricos antiguos —con cables de tela y papel originales de hace 100 años—, así como la instalación de detectores de humo y sistemas automáticos contra incendios. “Estas son las obras más serias que tuvo el edificio”, remarcó Vizcaíno.
En cuanto a los espacios destinados a los artistas, también hubo una transformación. Se construyeron camarines nuevos con agua caliente, baños modernos, un ascensor para conectar las salas de ensayo con el escenario y dos espacios de ensayo completamente equipados con barras, espejos y pisos de madera. “Es la primera vez que se piensa una intervención desde el punto de vista del artista, no solo del público”, explicó.
Las butacas, por su parte, se conservaron debido a su notable calidad original. Se trabajó en cambio sobre detalles superficiales como alfombras y pisos, mientras que la estructura acústica del teatro se mantuvo inalterada debido a su excelente rendimiento. “La acústica y el nivel de solidez del edificio son impresionantes. No tiene una sola fisura. Es lo que más tenemos que cuidar”, valoró la arquitecta.
Finalmente, la histórica cúpula del teatro también fue restaurada. Su sistema de apertura, que tardará cuatro minutos en completarse, fue renovado completamente y se están instalando pasarelas técnicas para facilitar su operación sin comprometer la seguridad del personal.
Mejores espectáculos y más demandaCon esta intervención integral, el Teatro Vera no solo preserva su valor patrimonial, sino que se proyecta como un espacio moderno, accesible y funcional para el desarrollo cultural de Corrientes y la región.
La arquitecta destacó que la modernización del Teatro Vera permitirá diseñar hasta tres espectáculos por día gracias a la nueva maquinaria automatizada: “No hay necesidad de subir o bajar varas manualmente, todo se programa”, explicó. Indicó que esta tecnología LED no solo es ecológica, sino que potenciará la productividad del espacio. Sin embargo, aclaró que continúan algunos trabajos menores hasta fin de año, como la pasarela técnica en planta superior, aunque no afectarán la actividad artística.
Vizcaíno detalló que tanto sonido, iluminación como motorización fueron renovados: “Hoy las varas de luces se suben y bajan con 12 motores, todo automatizado. Antes montar un espectáculo llevaba días, ahora el trabajo será más seguro y productivo”. Además, confirmó que desde agosto iniciarán capacitaciones obligatorias con las empresas Nash, Yamaha y Makaya para garantizar el uso correcto de los nuevos equipos.
Consultada sobre la magnitud de la inversión, enfatizó que lo más importante no es visible a simple vista: “La pintura es lo de menos comparado con la renovación de sonido, iluminación, instalaciones eléctricas y sanitarias. Las salas de ensayo ahora están diseñadas específicamente como tales, no son salones adaptados, eso lo disfrutarán los artistas”. Subrayó también que el escenario es nuevo, incluyendo su piso y puentes técnicos, aunque aún restan detalles en la parrilla y estructuras para la pantalla.
En materia de seguridad, resaltó la incorporación de un sistema integral contra incendios con tanque de reserva de 40.000 litros y cañerías específicas: “Nunca antes tuvimos esto, ahora por fin podemos presentar un plano en Bomberos”, celebró.
Al final, la arquitecta Vizcaíno comparó la obra con la de teatros como el Cervantes o el Colón: “Ellos renuevan por etapas, nosotros pudimos hacerlo todo de cero. No hay parte del edificio que no esté contemplada o renovada”. Así, consideró que esta inversión abre oportunidades para la formación técnica y artística local: “Esto nos obliga a formarnos todos en el cuidado y preservación de lo nuevo que tenemos”.