El Caji garantiza a la víctima la representación por un abogado ante el Poder Judicial, facilitando el ingreso a la Justicia y superando obstáculos previos como la reticencia de algunas comisarías a tomar denuncias o la desinformación de las mujeres sobre adónde recurrir.

El centro opera en Catamarca 1.064, en horario corrido de 7.30 a 19, teniendo en cuenta la posibilidad de que las mujeres aprovechan actividades cotidianas para acudir al lugar. Además, posee un teléfono (3794-530-311) que opera de guardia las 24 horas, los 365 días del año, el cual fue implementado durante la pandemia y es atendido por los mismos profesionales que trabajan en el lugar de forma presencial, ofreciendo asesoramiento inmediato.

Otro de los recursos a los que se puede acceder, es la línea 137, servicio telefónico de asistencia gratuita a nivel nacional. Brinda contención, orientación y acompañamiento. También funciona las 24 horas, todos los días del año.


CAMBIO
Uno de los mayores avances del centro es su atención interdisciplinaria e integral, todo concentrado en un solo lugar, con abogados, trabajadores sociales y psicólogos, quienes realizan su trabajo en conjunto. Lo cual permite determinar indicadores de violencia y necesidades de la mujer, así como también gestionar medidas cautelares. Esta modalidad evita la revictimización que ocurría antes cuando las víctimas debían relatar su experiencia traumática repetidamente en diferentes instancias (comisaría, juzgado, cuerpo de psicología forense).


El centro acompaña el escrito de denuncia con informes psicológicos y sociales, proporcionando al juzgado un panorama más completo para dictar medidas cautelares con pruebas. Esta evaluación interdisciplinaria también permite descartar casos que no se encuadran en la Ley 26.485. Esta oficina también funciona como centro de monitoreo de dispositivos de geolocalización. Los mismos incluyen una tobillera para el agresor y rastreadores para ambas partes. Son implementados por orden judicial en casos de elevado riesgo para la víctima y permiten monitorear el cumplimiento de las medidas cautelares y el tratamiento psicoterapéutico. A la fecha, la provincia cuenta con 136 dispositivos activos.


INCREMENTO
Desde su puesta en funcionamiento, y de manera notable tras el aislamiento social obligatorio, el número de casos atendidos ha experimentado un incremento significativo. Pasó de atender un caso nuevo por día tras la pandemia a tres en 2022, y actualmente, de 2024 a 2025, se atienden entre seis y diez víctimas nuevas por día.

Este aumento es visto por el centro no como un incremento de la violencia en sí, sino como casos que antes estaban invisibilizados y que ahora las mujeres se animan a denunciar.

 El trabajo del centro se caracteriza por una fuerte articulación con el Poder Judicial, otras áreas del Ejecutivo, comisarías y municipios del Interior. Como proyecto a futuro, ya se encuentran trabajando en la creación de un sistema digital único para la toma de denuncias que permita a todos los organismos involucrados visualizar antecedentes y evitar la revictimización de la mujer al llegar a la institución.

Un faro de esperanza en Corrientes Al frente de esta transformadora iniciativa se encuentra la doctora Daniela Josefina Andraus, actual coordinadora del Centro, quien cuenta con 25 años de ejercicio profesional. Con una vasta experiencia previa atendiendo víctimas de violencia de género de manera particular en localidades como Itatí, reconocida por su complejidad en esta temática, y con una diplomatura en Género y Violencia. Describe su experiencia como «hermosa» y destaca el crecimiento constante del centro «desde el día uno».

Subraya, también, el apoyo del Gobierno provincial y el creciente acompañamiento del Poder Judicial, que hoy se apoya en la oficina por la agilización que implica en los trámites de violencia de género. La coordinadora lidera un equipo de profesionales que, más allá de su formación, poseen un «plus de empatía y de humanismo», muchas veces trabajando fuera de horario para asistir a las víctimas.


 POR VENIR
La visión de futuro del centro, impulsada por la experiencia en la práctica, se orienta ahora a repensar el acompañamiento a la mujer víctima después de la denuncia y la obtención de medidas cautelares.

El objetivo es «empoderarla al salir de esa situación», brindándole más herramientas para que pueda construir una vida digna y libre de violencia. La coordinadora incluso considera que, por el incremento de la temática, debería existir una fiscalía especializada en violencia de género en la provincia. Corrientes, con este centro y la red de trabajo establecida, se posiciona como una de las pocas provincias del país que presta este servicio integral, especialmente en lo que concierne al patrocinio letrado. Este esfuerzo conjunto busca brindar toda la asistencia necesaria a la mujer en un solo lugar, evitando su deambular y garantizando un abordaje tanto efectivo como humanizado.